La tecnología en la lucha contra el cambio climático
La población mundial ha venido sufriendo las consecuencias del cambio climático, advertido incluso antes del cambio de siglo. En mayo del año pasado, Brasil se sensibilizó con las grandes inundaciones que afectaron al estado de Rio Grande do Sul, Brasil, dejando muertos y personas sin hogar en toda la región. En Los Ángeles, a comienzos de 2025, viviendas y establecimientos fueron destruidos por el fuego y la ciudad quedó devastada.
Escenarios como estos, lamentablemente, se han vuelto más comunes en los últimos años, y es urgente actuar a contrarreloj. Recientemente, alcaldes de todo el mundo se reunieron en la capital francesa para debatir los desafíos ambientales y cómo enfrentarlos desde las ciudades, al mismo tiempo que se celebraban los diez años del Acuerdo de París (COP21).
Aunque aún no se haya logrado contener el avance del calentamiento global entre 1,5 °C y 2 °C, tal como se acordó durante la COP21, se observó un importante avance tecnológico con el objetivo de encontrar nuevas soluciones a viejos problemas provocados por los impactos de la era moderna. Entre los compromisos asumidos, está el de los países desarrollados de ofrecer apoyo financiero y tecnológico a las demás naciones, de forma que puedan encontrar herramientas para frenar el cambio climático.
Brasil, por ejemplo, amplió sus metas y pretende reducir entre un 59 % y un 67 % sus emisiones para 2035. Cabe destacar que, al final de este año, se celebrará la COP30 en Belém, en el estado de Pará, donde se espera que los líderes mundiales lleguen a un consenso para que esta cuestión avance realmente y sea una prioridad en las agendas de los gobiernos.
En el ámbito tecnológico, se encuentran las soluciones de ciudades inteligentes (smart cities), que ayudan a preparar los centros urbanos para mitigar los problemas en áreas como infraestructura, movilidad, seguridad y medio ambiente. En este último punto, la tecnología puede contribuir, por ejemplo, mediante la adopción de una iluminación pública más eficiente, la medición de la calidad del aire y la gestión del consumo de agua de la población. Estas soluciones traen, en la práctica, resultados eficaces y refuerzan el compromiso con un futuro sostenible para el planeta.
Aunque sea poco a poco, es fundamental comenzar a actuar para promover una transformación global frente a los problemas que afectan a nuestro planeta, y la tecnología tiene todo el potencial para acompañar esta lucha. Los debates internacionales sobre el tema son muy importantes, y es esencial que los gestores y líderes estén alineados con estas soluciones para construir un futuro más digno y con calidad para todos.
Por José Renato Gonçalves, presidente de NEC en Brasil. Este texto se publicó originalmente en portugués en la revista A Tribuna.